LAS SIETE LEYES PARA LA SALUD FISICA Y ESPIRITUAL

Las Siete Leyes para la Salud Física y Espiritual

Escrito por  Mónica Moreno

Todo lo espiritual es medicinal, pero no todo lo medicinal es espiritual. Sobre todo si hablamos de medicina alópata, donde lo espiritual no entra en sus factores a tener en cuenta, ya sea para diagnósticos o tratamientos.

Pero trabajar lo espiritual siempre tiene un desenlace medicinal, si se tiene en cuenta que medicina es todo procedimiento que beneficia a la salud.

Existen leyes universales que funcionan independientes de que si se cree en ellas o no. Pero para que funcionen efectivamente son importantes al menos cinco ingredientes:

• Conocerlas
• Entenderlas
• Aceptarlas
• Tenerlas presente
• Actuar en consecuencia

Evidentemente sólo podemos colaborar aquí con el primer paso, compartirlas, con una breve explicación práctica y coloquial, desde nuestras palabras, que faciliten luego lo siguiente:

Potencialidad pura. Somos conciencia pura, que contiene conocimiento, silencio infinito y equilibrio perfecto. Pero aparecen el Yo social y el ego con sus juicios y prejuicios que la nublan. Es decir, tenemos que recuperar el silencio y el conocimiento del amor.

Dar. Todo en el Universo fluye naturalmente. Pero sólo tenemos poder sobre lo que tenemos, es decir, nuestra posibilidad de dar, para luego dar espacios para recibir. Podemos recibir sólo si no hay una acumulación que interrumpa. Por lo mismo, dar lo que deseamos recibir.

Karma (causa y efecto). Esta ley nos recuerda que toda acción tiene su reacción. Pero también que tenemos libertad de elegir. Reacción que más convenga frente a una acción y la acción más apropiada según la reacción que esperamos. Elecciones que respondan a una pregunta: ¿me traerá felicidad?

Menor esfuerzo. Sin resistencia, permitir que las cosas sucedan por propia naturaleza. Aceptar las cosas como son en el presente y desearlas diferentes pero hacia el futuro. Responsabilidad sólo por los propios actos y actitud no defensiva.

Intención y deseo. Naturalmente, todas las cosas tienen su propia información y energía, que debemos aprovechar, gracias a que tenemos conciencia, y al disponer de un sistema nervioso que la hace flexible, podemos cambiar conscientemente el contenido de energía e información de nuestro cuerpo cuántico y hacer que trabaje en función de nuestros deseos.

Desapego. No se trata de renunciar a la intención de cumplir nuestros deseos, sino al interés por el resultado. El apego a algo es una demostración del temor a perderlo. El desapego es sinónimo de riqueza,

Propósito de la vida. Cada quién tiene talento único, única forma de expresarlo y necesidades únicas, se crea la abundancia cuando las tres se unen en un propósito, que a su vez, tiene tres componentes: certeza de estar para descubrir su yo espiritual, la expresión de nuestro talento único, y el servicio a la humanidad a través de los componentes anteriores respondiendo a ¿cómo puedo ayudar?

Fuente:  http://www.universonature.com/